Similar a cómo se desarrolla una receta en una cocina de restaurante, los sabores salados de FRESCHEM se crean de la misma manera. Para comenzar, las materias primas se seleccionan y evalúan utilizando análisis instrumentales como GC-MS o HPLC para detectar la presencia de moléculas específicas que generan sabor.
Se aplican múltiples etapas de extracción, biotecnología, hidrolización controlada y reacciones de Maillard para liberar, generar y purificar las diversas moléculas con el mayor rendimiento posible. Todo esto se completa a escala industrial. La ciencia sensorial se utiliza para evaluar las moléculas de sabor y aroma resultantes, y para comprender cómo interactúan.